lunes, 8 de abril de 2013

Eventos inexplicables generan temor en vecinos y vigilantes de la escuela de Villa Raquel

Argentina. Luego de la noticia de que la aparición de restos de lo que aparentan ser ritos satánicos o umbandistas había provocado la preocupación en la zona del barrio Villa Raquel, vecinos de la Escuela 646 Los Pinos, no sólo confirmaron la novedad, sino que revelaron que algunos policías que hacen guardia allí habrían pedido no ser destinados más en ese local aterrorizados por las frecuentes apariciones y otros fenómenos que se producirían por las noches.


“Nos contaron que les apagan las luces, o la cocina, o si están descansando, oyen pasos al lado suyo y cuando miran, no hay nadie”, dijeron vecinos.

Además, Dina Gómez, vecina de la calle Laprida, y Andrea Herrera, propietaria de un comercio frente a la escuela relataron que los alumnos cuentan que se les aparece con frecuencia “un chiquito sentado en el inodoro” en el baño del local escolar y que “a veces se escuchan gritos y alaridos”. “Vamos a hablar de nuevo con las maestras para que hagan algo, porque esto no puede seguir así”, anticiparon.

Un menor, estudiante de la Escuela 646 confirmó los dichos de las mujeres: “Varios chicos lo vieron al chiquito sentado en el inodoro. Yo no lo vi, pero sí escuché gritos”. Consultado sobre si les avisan a las maestras, respondió afirmativamente: “Sí, les decimos, pero no nos creen porque dicen que ellas no ven ni escuchan nada”.

Extrañas figuras

Un vecino de la calle Ing. Iturbe, de ocupación mecánico afirmó haber tenido varias experiencias inexplicables en los últimos meses: “Todo pasó desde que compré una casa aquí a la vuelta hace unos meses. Primero fue una noche de mucho calor, que no podíamos dormir que vi una figura aparentemente humana, pero muy pequeña, como de 40 centímetros aproximadamente, caminando por la tapia de la escuela”. Consultado sobre la posibilidad de que se tratara de alguien intentando ingresar a la escuela con fines delictivos, dijo que nunca supo qué o quién fue.

“De todas maneras, lo que me pasó después no tiene ningún tipo de explicación: tres veces vi a un chiquito como de dos o tres años dentro de mi casa, que pasa, nada más. Nunca hizo por atacarme ni nada. Yo tampoco le hice nada, pero mis hijos ya no quieren estar más en la casa”.

“Algunos dicen que son cosas de estudiantes de magia, pero la verdad que yo no sé”, finalizó.

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martes, 2 de abril de 2013

San Bernardo, el pueblo donde los muertos se momifican al natural

San Bernardo, Colombia (TVEFE). Un fenómeno curioso y sorprendente ocurre en el pueblo de San Bernardo, en el departamento de Cundinamarca en Colombia; sus muertos, que están enterrados en el cementerio, aparecen momificados de manera natural.

Muchos de los muertos que entierran aparecen años después
en un estado perfecto, con piel y ropas, algunos tienen pelos y uñas.

Sin una explicación clara sobre dicho proceso, éste pueblo frío y montañoso ubicado a dos horas de la capital, Bogotá, se ha convertido en un lugar de interés por sus momias, pues guarece en él un extraño tesoro.

Muchos de los muertos que entierran aparecen años después en un estado perfecto, con piel y ropas, algunos tienen pelos y uñas.

Cuando los cuerpos son enterrados, las familias deben esperar 10 años para que puedan ser exhumados y según el sacerdote Carlos Sárdenas este evento viene ocurriendo desde 1957 cuando se hallaron los primeros muertos momificados.

Al descubrir que un cuerpo yace de esta manera, tan pronto es abierto su ataúd, se debe esperar el permiso de la familia para reducir el tamaño del cuerpo y volverlo a enterrar o apilarlo, si está en buen estado, en una bodega que reside en el cementerio.

Un museo en el pueblo exhibe algunas de las momias que han sido encontradas en este estado y nadie las ha reclamado u otras, a quienes se les conoce con nombre y apellido, porque han sido cedidas por sus familiares y son fieles testigos de tales sucesos, al ser visitado por curiosos y turistas.

"Lo que veo es increíble, me gustó mucho", afirmó una visitante.

Aunque no existe alguna explicación, los lugareños dicen que se debe a los hábitos alimenticios de un pueblo con gran variedad de verduras como la huatila o chayote, que tiene propiedades regenerativas.

Otros aluden a la composición de la tierra o a la posición estratégica del nuevo cementerio, en donde los muertos no son enterrados bajo tierra sino en fosas.

Los cuerpos fueron trasladados allí debido a que el antiguo fue arrasado por una corriente de agua.

"En el cementerio antiguo nunca, nunca salió una momia", comentó José del Carmen uno de los habitantes.

Lo cierto es que hasta hoy nadie ha dado una explicación científica sobre el fenómeno y San Bernardo vuelve a estar en los mapas de interés en el mundo gracias a sus muertos.

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