viernes, 1 de marzo de 2013

El gato de las calamidades

Otra historia de una lectora:

Antes que nada les saludo, y les felicito por esta interesante página. He leído todos los casos presentados y esto me ha motivado a escribirles sobre algo que me pasó, no recuerdo exactamente el día, pero si sé que fue en Abril del 2001.

Vivo en Venezuela-Barquisimeto, casi toda mi familia vive en un pueblo cercano (una hora) de donde vivo. En ocasiones les visito, esta vez, como de costumbre, fui, y un Domingo aproveche para visitar el cementerio con mi mamá y abuela, a llevar flores a familiares muertos. Después de salir de allí nos fuimos a casa.

En el camino, me encontré con mi prima, que estaba de visita, y le dije que buscásemos la andadera de mi primo (su hijo) en su casa, que quedaba a tres cuadras de la de mis abuelos. Nos montamos en el carro y a la segunda cuadra vimos como un gato negro cruzó la calle y se sentó justo en medio de ésta, mirando de frente el carro, como impidiendo el paso o esperando que frenáramos; fue tanta su insistencia, que tuve que girar el carro para no atropellarlo; pero éste no se quitó.

Seguimos y sin decir una palabra, nos encomendamos a Dios. Buscamos la andadera y volvimos a casa de los abuelos; pero justo en la esquina donde nos pasó el incidente con el gato, salió de repente un joven a toda velocidad montado en una bicicleta. Mi prima y yo no nos explicamos como fue porque no lo vimos, y este se fue contra mi carro, el golpe fue tal que el joven dio vueltas en el aire para caer al asfalto y la bicicleta por otro lado. Gracias a Dios no hubo nada que lamentar pues el joven solo se golpeó el tobillo y mi carro recibió un pequeño golpe.

Ahora mi duda es si los gatos negros traen calamidades o te avisan para que no ocurra lo peor.

Carmen Rosa

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