viernes, 4 de enero de 2013

Alguien está entre nosotros

Un lector nos ha mandado este e-mail. No se trata de una historia concreta sino de una relación de hechos que a nuestro protagonista le mantiene preocupado. No obstante no ser un suceso específico, hemos considerado que es lo suficientemente interesante para añadirlo a nuestra sección. He aquí lo que cuenta:

Unos años atrás, mientras dormía, empecé a notar que alguien subía a la cama muy despacio y se posaba encima mío, mientras yo intentaba abrir los ojos porque su peso me oprimía y sentí miedo al oír su respiración. Cuando abrí los ojos completamente y encendí la luz de la mesita desapareció la sensación sin que nadie hubiese allí, ni siquiera el gato.

Se lo expliqué a mi esposa y no le dimos más importancia, fue una pesadilla.

Otra noche nos despertó un golpe muy fuerte, seco, encendimos la luz y nos dimos cuenta de que un vaso ámbar, que estaba sobre el tocador, se había partido por la mitad y una de las mitades seguía en su sitio, mientras la otra mitad estaba en el suelo junto al armario, a una distancia de metro y medio. Por el ruido que nos despertó, deducimos que al partirse el trozo del suelo golpeó contra el armario antes de caer.

Pasados unos días nos despertó otra vez un ruido similar. Se había roto un joyero del juego de tocador (joyero y dos jarroncitos para colonias).

Varias semanas después se rompió otra de las piezas que formaban el juego.

Ignorábamos el motivo por el cual sucedían esas cosas.

Entonces recordé un hecho. Nos contaron que en el piso en el que vivíamos, se mató uno de los paletas que trabajaban en la obra, al caerse por el hueco de los patios, y resulta que nosotros teníamos un capazo con ropa y herramientas que nos lo encontramos al instalarnos en la vivienda y lo conservábamos. Nos deshicimos de ello y dejaron de suceder esas cosas.

En unas vacaciones a Lyon, mi esposa, al despertar una mañana, me dijo:

-Mi hermana ha tenido un niño.

Cuando volvimos a casa se confirmó, el niño, el día y la hora de su sueño.

Nos mudamos a una casita pareada.

Un día, sobre las 14 h. Llegué a casa después del trabajo y mi esosa me dijo que estaba muy preocupada por el sueño que acababa de tener aquella noche.

–He visto un accidente en el que habían dos personas. Uno murió. No son de la familia, no los conozco, pero tengo una preocupación extraña. Mientras comíamos se oyó el teléfono.... Confirmado que había muerto el hermano de la mujer de su primo, que viajaba en un camión con otra persona.

Últimamente los dos sentimos o soñamos con dos seres oscuros ¿? Son jóvenes, traviesos, que les gusta asustarnos y se ríen. Mi esposa, cuando yo he trabajado de noche, lo pasa muy mal porque se le mueve la cama.

Yo soñé que entraban por debajo de la puerta, unas formas de humo y luz de color, y cuando estaban ya junto a mí, me enfadé, y poniéndome en “guardia”, les decía:

-iros a otro lado que no os tengo miedo.

Los “vi” marcharse, y por la mañana nos enteramos que una vecina nuestra, al ir a despertar a su hija, la encontró muerta sobre la cama.

Después de esto, nos encontramos en el jardín una tortuga, que resultó ser de la chica que había fallecido. Se la devolvimos a sus padres. Esta tortuga siguió viniendo cruzando dos jardines más hasta que la regalaron a otra persona lejos de aquí.

¿Nos esta ocurriendo algo “anormal”?, No vivimos muy tranquilos con estos hechos.
José Portillo

No hay comentarios:

Publicar un comentario