Por difícil que se haga creerlo, a lo largo de la historia han existido personas capaces de vivir sin ingerir alimento alguno sin que por ello sus constantes vitales se vean afectadas en modo alguno.
Una de estas personas era la famosa estigmatizada bávara, Teresa Newmann. En diciembre de 1922, dejó por completo de comer, ingiriendo únicamente un poco de agua. En agosto de 1926, sólo bebía un par de cucharadas de agua al día, hasta que en septiembre de 1927 abandonó totalmente cualquier ingestión de alimento o bebida. Teresa Newmann murió en septiembre de 1962. Durante 35 años, no había probado agua o alimento alguno.
Marta Robin, fue otra de estas mujeres. Mística francesa fallecida en 1981, no probó alimento alguno durante casi cincuenta años. La única cosa que se llevaba al estómago, era una hostia diaria.
Otro caso fue el de Giri Bala, una mujer del pueblo bengalí de Nabganj. Por lo visto, ayudada por una elaborada técnica de yoga, fue capaz de vivir más de cincuenta años sin comer ni beber nada. Murió en la década de los cincuenta.
Por increíble que nos pueda parecer, existen más personas como estas capaces de vivir sin alimentarse. Con estas cosas deberíamos replantearnos el principio médico que dice que sólo podemos vivir cinco días sin beber y cuarenta sin comer.
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