domingo, 17 de febrero de 2013

El fantasma y los sueños

Hola, me llamo Judith. Sé que quizás esta historia no sea muy interesante para algunas personas, pero solamente quiero contarles lo que a mi me sucedió.

Soy una mujer de 25 años, originaria de Jalisco, México. Cuando tenía 17 años empecé a soñar con una joven que siempre me llevaba flores. Era siempre un ramo de flores blancas. El tipo de ramo es como el que envían a los difuntos para su velación. Siempre al verla en el sueño, me daba miedo, pero sabía que algo me quería decir. Después de soñarla casi todos los días, durante un mes, decidí buscar al padre de la parroquia que se encuentra cerca de mi casa para preguntarle que hacer, a lo que él me contestó que quizás era mi ángel que me quería proteger, o algún alma del purgatorio que quería que le cumpliera algún favor que no pudo hacer en vida. Me aclaró que si era lo segundo, le mandara oficiar una misa para que descansara en paz. Y así lo hice. Le mandé oficiar una misa por las dudas.

Sin embargo la seguía soñando. A veces descansaba una semana, pero seguían tres. Y así paso un año. Justo una semana antes de cumplir los 18 años, entré a trabajar como empleada doméstica a la casa de un Abogado. A los pocos meses de trabajar allí, llegó de visita una hermana de la señora que provenía de la Ciudad de México, pues había ido a visitar a una tía porque su hija había muerto hacía poco más de un año. La chica y yo nos hicimos muy buenas amigas y me empezó a contar la historia de Carmen, su prima.

Esta chica tenía 17 años cuando falleció. Se suicidó. La causa no la supieron nunca, solamente un día apareció muerta en su habitación con las venas cortadas. A mi me entristeció mucho su historia, y me dijo que traía una foto de ella ya que era muy bonita y en vida era muy agradable. Pero al ver la foto sentí un escalofrío por todo el cuerpo. Carmen era la chica que yo he soñado desde el día de su muerte, el 2 de abril de 1993. Hasta la fecha no sé qué mensaje quiere darme. Le he pedido que me lo diga en sueños (pues presente creo que no lo resistiría), pero no me lo dice. Desde que la hermana de la señora me contó su historia, la soñé un mes seguido, todas las noches. Después, sólo cuando tengo algún miedo o algo muy importante que hacer.

Ahora sé que ella sólo está aquí para cuidarme y no darme ningún mensaje. Ya no me quiere dar ramos de flores porque sabe que les tengo mucho miedo, porque es la forma en la que ella se presentó a mi. Ahora, cuando la sueño, solamente me da una sonrisa y eso quiere decir que las cosas van a mejorar.

Gracias por dedicarle un poco de su tiempo a esta historia. Atentamente: Judith.

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