miércoles, 6 de febrero de 2013

La otra dimensión

Con este título, una lectora, de nombre Rosa Gil, nos escribió un E-Mail contándonos su impresionante experiencia. La historia es digna de ser referida en esta sección, y dejaremos que sea ella misma quien nos lo cuente, no sin antes agradecerle su confianza en nosotros:

“Cuando tenía dieciocho años, me ocurrió una cosa realmente sorprendente. Una noche, fui a dormir a casa de mi hermana pues su marido acababa de salir del hospital y yo deseaba ayudarla. Esa noche dormí en su dormitorio y ellos se trasladaron a la habitación de al lado.

Cuando me acosté hacía un calor insoportable y me dirigí al pie de la cama, donde se encontraba la ventana, para recibir un poco de aire fresco. De repente, las cortinas subieron hasta el techo y noté como una mano huesuda me tocaba la espalda y me impedía moverme.

Un hormigueo recorrió todo mi cuerpo y vi como la cama empezaba a dar vueltas, las mesillas subían y bajaban y todo lo que había en la habitación volaba de un sitio para otro. Mientras tanto, yo me puse a gritar sin conseguir que la voz me saliera.

Sé que podrán pensar que todo un fue un sueño, pero no lo fue. Ahora tengo 35 años y una hija de 16, y aún sigo sufriendo una pequeña consecuencia física de lo que pasó. Nunca creí en otra dimensión, ni siquiera me lo planteé. Pero ahora sé que existe”

No hay comentarios:

Publicar un comentario