sábado, 2 de febrero de 2013

La cabeza decapitada

Puede que el siguiente caso no tenga que ver demasiado con los hechos forteanos, pero lo hemos considerado lo suficientemente extraordinario y atípico como para incluirlo en esta sección.

El francés Camille Flammarion (1842-1925), astrónomo y autor de diversos libros de divulgación científica, describe un suceso presenciado por un conocido suyo. El testigo: un fisiólogo francés apellidado Petitgand. Cuenta que este asistió en Saigón (Vietnam), en 1875, a la decapitación por sable de cuatro piratas condenados a muerte. Lo que vio, mejor que nos lo cuente el propio testigo:

“Sin perder de vista ni un solo momento de vista al condenado que me había propuesto observar... Noté que, por su parte, él me examinaba con la más viva atención. Terminados los preparativos me coloqué a dos metros de distancia: él estaba arrodillado y, antes de bajar la cabeza, aún cambió conmigo una rápida mirada. La cabeza cayó a 1´20 m del sitio donde yo me hallaba... La sección del corte había quedado sobre la arena, de modo que la hemorragia quedó reducida a la mínima expresión. En aquel momento quedé horrorizado de ver los ojos del ajusticiado fijados expresamente sobre los míos. No atreviéndome a creer en una manifestación consciente, describí con viveza un cuarto de círculo alrededor de la cabeza colocada a mis pies, pudiendo convencerme de que sus ojos me seguían durante ese movimiento. Colóqueme de nuevo en mi posición anterior y, aunque de un modo más lento esta vez, los ojos continuaron siguiéndome durante un momento todavía. Después me abandonaron súbitamente. En aquel momento la cara reflejaba la penosa angustia de una persona en estado de asfixia aguda. La boca se abrió violentamente y la cabeza, perdiendo su equilibrio, rodó de costado... Desde el momento de la degollación habían transcurrido de 15 a 20 segundos.”

Aunque se trate de un hecho que puede no se ajusta exactamente en lo que se denominan hechos forteanos, es, sin embargo, lo suficientemente insólito y poco frecuente como para otorgarle cierta atención. ¿No les parece?

No hay comentarios:

Publicar un comentario